Desde inicios del 2020 cuando el contagio del nuevo coronavirus inició su expansión por todo el mundo, muchas, si no es que todas las actividades humanas, se han transformado radicalmente. La educación no la excepción.
Desde la aparición de los primeros contagios y cuando las autoridades decretaron las primeras medidas de confinamiento, las personas hemos debido transformar la forma en que desempeñábamos nuestras actividades y aprender a utilizar nuevas herramientas. En cuanto a la educación, los niños han descubierto con gran facilidad nuevos espacios de aprendizaje y se han adaptado sin mayores inconvenientes a las nuevas tecnologías mediadas por Internet. Por su parte, los padres de familia, que desempeñan ahora un rol más activo en el proceso educativo de sus hijos, son quizás quienes enfrentan los mayores desafíos.
Este artículo pretende responder algunas de las preguntas más frecuentes que plantean los padres de familia y aportar así elementos de juicio que les ayuden a responder mejor a los desafíos que plantea la educación virtual preescolar durante la pandemia.
- Permítales hacer preguntas. Con todo lo que está sucediendo, los niños seguramente tendrán preguntas que podrían no estar haciendo. Estas preguntas pueden ir desde lo muy serio (“¿La abuela estará bien?”), hasta lo que podría parecer una tontería (“¿Seguirá abierta mi heladería favorita?”). Anímelos a preguntar y, sin importar la pregunta, trate de tomar en serio las preocupaciones de su hijo. Su objetivo es ayudar a que sus hijos sean escuchados y obtener información basada en evidencia que los pueda tranquilizar en lugar de estar escuchando de sus amigos o en las noticias.
- No evite las preguntas que no puede responder. Tomando en cuenta la gran incertidumbre que hay, trate de poder decir “No sé”. Es tentador querer asegurarle a su hijo que las cosas mejorarán pronto, incluso cuando usted mismo no esté seguro. Pero enseñar a los niños cómo tolerar la incertidumbre es clave para reducir la ansiedad y ayudarlos a desarrollar resiliencia.
- Establezca el tono. Tome estas conversaciones como una oportunidad no solo para comunicar los hechos, sino también para establecer el tono emocional. “Aceptas las noticias y eres la persona que filtra las noticias para tu hijo”, explica Janine Domingues, PhD, psicóloga infantil del Child Mind Institute.
- Brinde información adecuada al nivel de desarrollo de sus hijos. No dé demasiada información, ya que esto puede ser abrumador para los niños. En su lugar, intente responder sus preguntas. La respuesta debe ser lo más honesta y clara posible. No es necesario que tenga todas las respuestas, lo importante es estar disponible para escuchar a su hijo.
- Permita que su hijo se exprese. Pida a su hijo que le cuente qué sabe sobre el coronavirus y cómo se siente al respecto. Dele muchas oportunidades para que haga preguntas y esté preparado para responder (no indicar) sus preguntas. La idea es evitar estimular las fantasías alarmantes.
- Calme su propia ansiedad. “Cuando sienta mucho pánico o ansiedad, evite hablar con sus hijos acerca de lo que está ocurriendo con el coronavirus”, advierte la doctora Domingues. Si se da cuenta de que tiene ansiedad, tómese un momento para calmarse antes de tener una conversación con su hijo o responder sus preguntas.
- Use palabras reconfortantes. Como los niños son muy egocéntricos, escuchar el creciente número de muertos por el coronavirus puede ser suficiente para que realmente piensen que se van a contagiar, en particular con el nuevo síndrome inflamatorio que está afectando a los niños pequeños. Es importante decirles que muy pocos niños se están enfermando y que es poco probable que ellos se infecten.
- Enfóquese en las medidas de prevención. Una manera importante de reconfortar a los niños es hacer hincapié en las precauciones que usted y otras personas cercanas están tomando. La doctora Jamie Howard, psicóloga infantil del Child Mind Institute, señala: “Los niños se sienten seguros cuando saben qué hacer para protegerse”. Recuerde a los niños que el lavado de manos realmente está ayudando a la gente a detener los contagios del virus. Inclúyalos en su plan de medidas de seguridad en casa (y fuera de ella). Eso puede incluir permitir que elijan las mascarillas (cubrebocas) para la familia, o elegir una nueva canción de 20 segundos para lavarse las manos (la de “feliz cumpleaños” ya nos aburrió a todos).
- Siga con las conversaciones. Diga a sus hijos que los mantendrá al tanto conforme vaya teniendo más información. “Dígales que los canales de comunicación siguen abiertos”, agrega la doctora Domingues. “Puede decir que, aunque no existen respuestas para todas las preguntas por ahora, cuando papá y mamá sepan algo más, se los van a contar”.
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